07 agosto, 2006

Identidades Rotas



Ser hombre, hijo, hermano, nieto, sobrino, escritor, guionista en descenso y director cinematográfico frustrado, foronovelista, diseñador, crítico gastronómico, literario y de vestuario; ser alumno, tesista, bloqueado y desbloqueado, odiado y amado, ignorado y perseguido. Ser alto, ser bajo, ser gordo o ser delgado, oler a sexo o a perfume (sólo Fahrenheit), degustar con la lengua los mas recónditos sabores, o darle espacio a la abulia, a la anorexia y a la bulimia. Ser hombre, ser amante de una noche o ser un novio eterno, ser crítico de vidas y perdedor en juegos de azar, o muchas veces culpado de inquisidor en vidas pasadas. Todo asume un costo, y capitalistamente, la lógica neoliberal implica un orden histórico que no se remite sólo a este tiempo. El costo tiene críticos intereses que han de ser cancelados en la fecha exacta….de modo contrario, el perder un rol por la ineficacia o la falta de escrúpulos y principios (con el sistema) traerá consigo la pérdida identitaria, de la cual muchos hemos sido testigos...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Supongo que hay que "ser" en función del tiempo y el espacio que se esté viviendo, y punto. Es difícil proyectarse a más de 10 pasos de distancia, dicen por ahí.

Shaskametic dijo...

Complicado. Si es cierto, todo en la sociedad está encasillado... pero dónde está el alma rebelde y artista? Que te encasillen ellos, pero no tú!.