17 noviembre, 2006

Respuesta de Defecto



De seguro la nueva versión de Nancy Sinatra no me hará daño. Pienso mientras me bebo el último sorbo de vino y aspiro hasta el fondo el cigarro que me acompaña. Esta noche. Muchas noches más. There is a placce in the sun, for anyone, who has the will…¿que es la voluntad?. Una subyugación más de la misma mentira que me ha desgastado. Esa mentira de la fe y de encuentros inventados que me enseñaron a colorear el rostro de nuevos matices.
Desconozco que tan buenos son.

- no mires.
- No miré, fue inconsciente.


Tengo en mi mente la imagen de un corazón abierto, de una fe nueva que se derrumbó en cuanto se abrieron las puertas de un nuevo aprendizaje. Un aprendizaje frustrado de palabras, y frustrado de silencios, completo de ausencias y enmarcado en la presencia del mismo destino armado al cual fui destinado.
Y creo fielmente que no quise mirar, que el recorrido, ese mismo que me dirige al encuentro con mis competencias en baja es un cruce no esperado y a la vez destinado.

En la mente se graban palabras, miradas, encuentros y besos. No hay condición previa, no hay forma de volver y retroceder el tiempo y saber reaccionar. El mito relacional también miente, vuelvo a creer, y mi intuición y mis latidos no responden del mismo modo. Sufro de desgaste doctor…un desgaste latente/manifiesto que desconozco como detener.

13 noviembre, 2006

Inter-pelación



Tengo el estómago completo de cumpleaños, onomásticos y eventos. Tortas, pasteles, canapés. Matrimonios también. La alegría es un bien no menor-pienso. Probé un Merlot Santa Ema, un “suspiro de amor”, y recalqué que en la cama siempre todo está permitido- en qué cama es otro cuento- Suspiré cuatro veces antes de terminar mi proyecto, y pensé en las veces que he dejado atrás las novelas que comencé y a las cuales les planeaba un final aventurado. Tengo cierto dejo de apatía por las celebraciones. Cumplí 26 años hace un par de días. El dormitorio en blanco, la identidad nula y mi cama deshecha. No había pilas, no hubo fotos, no hubo recuerdos. No recuerdo si había deseos antes de soplar las velas. Sólo recuerdo la misma frase de siempre: “una vez más”. ¿Una vez más para celebrar?, ¿una vez mas para soplar?, ¿una vez mas para recordar?, ¿una vez mas para suspirar?, ¿una vez mas para partir de cero?...Vaya a saber dios cuales son las respuestas. A penas me respondo las interrogantes, surgen otras nuevas- decía el Principito. No hay nada resuelto. La vida termina convirtiéndose en una especie de círculo vicioso/virtuoso digno de vivir. Digno de traspasar… ¿para qué? Vaya a saber dios las respuestas. Si es que las hay, claro…

08 noviembre, 2006

El mito relacional también miente...


Winnerd no espera mucho de las personas ni de las situaciones que se encuadran con personas. Ese es el principio. Y lo peor del caso es que gestiona personas. ¿Como hacerlo, no? De cierto modo vive un dejo de incongruencia profesional y personal de la cual le cuesta alejarse, para lo cual es indispensable disfrazarse constantemente de un ser humano neutral y sensible frente a las necesidades del resto. Eso existe, no hay duda, hay un potencial de histeria irrevocable que es parte de su ADN que ha de ser puesto en escena en situaciones como las del lunes 30, o como las del viernes 3. Qué insólito: Cerrar y abrir la semana con eventos afectivos y encuentros que trataron de ser evadidos durante tantos años (y con tantos “3” juntos).

Lunes 30: Pecorra pagó su culpa. Y ahora soy "culpable de algo terrible”- según sus propios dichos.
Viernes 3, 20:10. Penoso y Culona entre medio arruinándonos la noche.
Viernes 3, 20:30. Liza en medio de su nuevo círculo social el mismo viernes. Junto a su nuevo novio (que ya no es Jaime), quien le acariciaba la espalda. Nos miramos y nos negamos. Era hora de escapar. No esperaba nada.

Entre el 30 y el 3, Winnerd celebró eso que llaman “cumpleaños”, de malas ganas, pero de “buenas” finalmente. El hecho de sacar cuentas y ver que existen aun saldos pendientes, o cuentas que aun intentan cobrar interés sacó de quicio a algunos personajes que esa noche intentaban subirle el ánimo. Entre medio su compañera de escena sufrió una humillación por parte de la villana y primera estrella de la historia: madre de Winnerd. No faltaba más.

Hoy analizamos los cambios y futuros escenarios. Winnerd no rememora el pasado como un anhelo por cumplir, sino que lo trabaja para elaborar mejores estrategias y enfrentar mejor los futuros discursos y acciones gracias al principio de la sistémica y el “mito relacional”…la primera sensación es la que vale. Y a la mierda el conocimiento gestionado…el problema emerge cuando se vuelve a preguntar cómo ponerlo en práctica si desconoce cómo volver a sentir y esperar algo más…