- Pues que necesito cruzar al otro lado del lago pero no puedo porque no sé nadar. ¿No me harías tú el favor de dejarme montar en tu espalda y cruzarme al otro lado?
La ranita tenía buen corazón pero tonta no era.
- Escorpión, escorpión, tú lo que quieres es picarme...
- No, no... Además, ¿no ves que si te picara mientras me cruzas nos ahogaríamos los dos?
A la ranita le convenció el razonamiento. Así que le ofreció su espalda al escorpión y se lanzó al agua. Cuando iban más o menos por la mitad del lago, notó un picotazo en el cogote y empezó a perder el sentido. Mientras se iba hundiendo poco a poco en las aguas del lago con el escorpión sobre su espalda, aún tuvo fuerzas para preguntar:
- Pero, ¿por qué me has picado?
El escorpión a medias palabras dijo:
- Lo siento, lo siento. He tratado de evitarlo, pero... es mi naturaleza"
La ranita tenía buen corazón pero tonta no era.
- Escorpión, escorpión, tú lo que quieres es picarme...
- No, no... Además, ¿no ves que si te picara mientras me cruzas nos ahogaríamos los dos?
A la ranita le convenció el razonamiento. Así que le ofreció su espalda al escorpión y se lanzó al agua. Cuando iban más o menos por la mitad del lago, notó un picotazo en el cogote y empezó a perder el sentido. Mientras se iba hundiendo poco a poco en las aguas del lago con el escorpión sobre su espalda, aún tuvo fuerzas para preguntar:
- Pero, ¿por qué me has picado?
El escorpión a medias palabras dijo:
- Lo siento, lo siento. He tratado de evitarlo, pero... es mi naturaleza"
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