19 agosto, 2018

¿merecemos soñar?




Cómo comenzar a escribir, o soltar aquellas palabras y sentimientos que mejor me digan què es lo que ha ocurrido. Los cómo, los porquè, los cuándo y los para qué.

Escurrir la sangre y dejar que aquellos sueños se cumplan se vuelve sólo una promesa incumplida. Mereces lo que sueñas? ¿Merezco lo que anhelo? Cada palabra se vuelve un vacío incumplido y un aliento anquilosado. Anquilosado, de huesos, de cabeza y sentimientos. Entender y sentir, comprender que existe un pasado y decisiones que construyen un futuro. Un enfermizo deseo por lo desconocido y lo retorcido se hace aún presente contigo. ¿Si se conocía el final, porqué continué?  Algo retorcido seguramente queda en mi

Pasapalabra. Un eclaire, ir al metro y hacer planes de una vida después de hacer el amor como bonobos. Ver la teleserie, pensar en el color de las cortinas y el tamaño de la cama. Reírse de los errores del pasado y mirar como un chiste la psicopatía de mis padres.  Volver a hacer el amor, profundizar, en todas las formas y posibles estructuras que el cuerpo lo permitía. Las pastillas, el pasado, el clonazepam de a pedacitos. El desayuno en la cama, mi departamento, el vitara. El viaje inconcluso a Valdivia y el teclado. Pulp y esa foto de Jarvis que siempre envidié, esa foto mirando al cielo en la quinta Vergara y las manos unidas en el vitara.

Vi un tsunami, un tsunami disfrazado de luces.  Lo vi venir. Me quedé impávido mirándolo. Todo se movió, y es mejor quedarse quieto, pronto saldrá el sol- pensé en cerati. El daño se repone, pero no merezco todo lo que sueño.

Hoy te miro y me miro. Un alma enferma y un cuerpo anquilosado, la mejor mezcla posible. Del engaño al amor, del amor al engaño y del engaño al silencio…de perderte, a perderme. Estoy empapado de sangre caliente, sin poder detener nada, que todo fluya…que todo acabe, ojalá pronto y que el tsunami de luces haga lo suyo. Un clona challenge para olvidar. Olvidar la sangre, el deseo, algo que seguro fue amor, del más profundo que todo lo cambia. Algunos gozan la derrota de los caídos. El goce del perverso recae en el deseo de ser descubierto en el momento menos esperado. Víctima y victimarios enfrentados por el un lugar que no tiene sentido. Nunca nadie más pensará en tus calcetines o en tu comida, en tu deseo y en el sentido de las letras de las canciones que escuchabas.

El tsunami de luces ya pasó. Se limpiarán los recuerdos – y quizás los daños- algún día, quizás con la sal que derramaste en la cocina o los amigos que dejamos. Esta es la vida. Bienvenido Fernando, eres realmente un winNerd, un weirdo! No hay más que esto, no hay una doble lectura, esto es la verdad. Esto había en el fondo de un pensamiento y un presentimiento, no hay nada más. Quizás una mala copia del amor.

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