31 octubre, 2018

el cerebro del corazón





Un rayo de luz en la oscuridad. Ser un hombre fuerte y valeroso que supere sus debilidades y enfrente los años venideros como un roble. Quizás un hombre a medias o un hombre entero, un padre ausente o una madre perdida. La serie de Luis Miguel, las canciones malas en español de Roxette. El casette con las canciones que grababa de la radio, Los prisioneros, Madonna, David Bowie, Modern love, One of us, artistas y canciones que estaban ahí y no sabía muy bien porqué. ¿Por qué aparecieron en esta temporada Paula, Daniela, Cristián, Carolina, Francisca, Fernando, Vilma, Pamela, Julia, la madre de Paula, la partida de las dos hijas de ese matrimonio de venezolanos? Una causa extraña. Personajes, ángeles y también demonios que aparecen y aportan, maestros- como dice Julia- que están presentes y a la vez ausentes para enseñarnos algo, prepararnos para algo. Enseñarme algo y rectificarme en otras.

No sé si tengo grandes aprendizajes, pero si grandes lecciones. Fue un año duro, 37 años que creí que serían tranquilos, pero no. No lo fueron y quizás no lo sigan siendo. Esto es como Verdades Ocultas de mega: eterna, mala, bizarra e inconexa, kitsch y agresiva; como Luis Miguel y su fantasía de vida convertida en robot sin sentimientos. Un hombre lleno de frases memorables, un padre perdido en sus propias convicciones erradas de una vida vacía y una madre que se pierde. Verdades Ocultas y Luis Miguel hablan un poco de todo esto “miénteme como siempre…por favor miénteme, necesito creerte, seas culpable o no”. Recuerdan el pasado, el presente, la salud y la enfermedad. Vidas que pasan, pero secretos que quedan, una analogía mala y absurda de lo que podría ser mi vida, ya que no recurro esta vez a jodorowsky, o a Lacán, Dali o a Gaudí. Recurro a la mezcla de sentimientos y de telenovelas errantes – como la de Ruiz-  en las que de alguna forma u otra convertí el pedazo de vida que me queda por vivir. Algo de todo lo que aprendí escribiendo ideas de teleseries fue eso: lo que necesito versus lo que quiero. La madre que necesito, culpable o no de todo, es lo que quiero, y es mi gran contradicción. Los grandes villanos son cruciales para recuperar la justicia de la historia.

Tengo muchas canciones, palabras memorables, escenas de amor, pasión y verdad. Descubrir más de un secreto y día tras día mantenerme en pie, valiente, como si la vida siguiera y nada pudiese detenerme - como un barco que sigue navegando en la tormenta-. Una antianquilosis de espíritu. Me siento fuerte. 

Creo firmemente en lo que punteo:
·         
·         Llevo años ganando y fortaleciéndome. Soy mucho mas hombre. También he perdido mucho, y me he dejado engañar.
·         Los grandes engaños cambian el rumbo de la vida. Para bien, para mal lo cambian.  
·         No he visto nada, pero también lo he visto todo: Tele, vidas, libros, terapias, remedios e intuiciones. 
·         El concepto de amistad es uno. No existen divergencias ni tipos de amigos.
·         El recuento de los daños es el mejor tema de Gloria Trevi. Lo descubrí en ese viaje a Papudo en septiembre.
·         Haber dejado Holanda e irme a Peñalolén fue irme para volver desde donde me fui hace muchos años, con ilusiones y esperanzas. Volver a la casa de mi abuela fue reconciliarme con mis inicios. Siempre se vuelve al comienzo. Una bicicleta en el suelo y en el sueño hace 3 años atrás.
·         Los grandes huracanes siempre son predecibles y dan señales. Generalmente son en agosto.
·         No soy un diagnóstico.
·         Richard Davidson es un seco.
·         La intuición es la única verdad y el corazón tiene un cerebro.
·         No existen las mentiras. Existen los engaños y SIEMPRE salen a la luz.
·         Inevitablemente tengo el corazón atado al deseo.
·         Existe el perdón si hay reparación.
·         Haga lo que haga, siempre me arrepentiré (gracias Nicanor)
·         La lucha es dura, pero siempre...siempre es mejor ir abrazados (nuevamente gracias).
·         He vuelto a creer en Dios. O en un guionista tan bizarro como yo cuando tenía 20 años.
·         Existe el amor. Y lo cura todo.


En las últimas semanas, la verdad salió a la luz, completa. Lo mejor y lo peor de Fernando salió a la luz, lo mejor y lo peor de cada uno de los ángeles y demonios que completan esta historia. Un aguijón de escorpión herido que vio la luz completó su sentido de justicia. Sin miedo al pasado, presente ni futuro. Esto es todo.

Mis últimos minutos de 37 años quiero darle gracias a todos esos actores que formaron parte de esta etapa. A los vecinos que quiero de amigos que entonaron con una guitarra mi banda sonora mientras ponía una pausa en netflix y  aparecía la verdad y una vieja canción de Shakira, un modern love de Bowie y un culpable o no de Luis Miguel. Una verdad que estaba en el cerebro del corazón. Realmente quería estar cantando con ellos y posiblemente vieron el tráiler de lo que se venía. Enloquecí, pero enloquecí con consciencia. La vida no es lo que pensabas Fernando, seas un weirdo, un winnerd, un guionista, un psicólogo suicida…no son tus conceptos de la vida ni de lo que quieres. Es lo que necesitas. 

Culpable o no, siempre decidiré creerme y también creerte. Eso lo dice el cerebro del corazón, nadie más.





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