24 agosto, 2016

sin mi




Desde hace mucho las cosas cambiaron. Mi salud, mi entorno, mi realidad laboral, mi situación sentimental.  A veces cuando las cosas se alborotan responden a un caos, y después del caos viene la calma. No sé que tanto espero o ansío esa calma, pues he aprendido que tanto de la calma como del caos he aprendido a disfrutar. Me reconozco mejor. Después del caos, la calma; de la lluvia, el arcoíris; del sexo, el descanso; del deporte, una merecida ducha; de la pena, la alegría; y así…Hoy, hace sólo unos minutos, de una forma muy directa, me hicieron entender que lo que he aprendido no le importa a nadie más que a mí.

Curiosamente hoy me acordé de un evento del pasado por una canción que sonaba en mi listado de spotify, cuando en aquel entonces, un personaje al que pensé querer mucho, me dejó plantado en un terminal de buses. Siempre recuerdo que ese día mi amor por pulp y por morrissey fue creciendo dramáticamente, sintiendo consuelo sólo en sus discos repetidos, una y otra vez. Ese día lloré y lloré como nunca lo había hecho en años, encerrado en mi pieza, sin que nadie lo sospechara. Nunca nadie sospechó que sufría por algo, daba igual. Pensé en las bolsas de comida, y en la ropa que llevaba, ordenada, como nunca. Con escasos medios económicos, ese día me devolví en un colectivo cargando kilos de ropa y comida, kilos que seguramente hoy no podría sostener. Tenía 23 o 24 años, un corazón lleno de esperanzas y felicidad, una vida tranquila y un cuerpo sano que cuidar.  Con miedos, como es esperable, pero con esperanzas al fin y al cabo. Después de esos días de pena, tuve sentimientos de venganza y rencor durante muchos años. El rencor se transformó en desconfianza en el amor y sólo me preocupé de mí. Conocí un par de amantes con los que disfruté mucho, hasta que un par de veces me volví a entregar, tal cual, así como el mismo de antes, con las bolsas de comida y bolsos de ropa esperando ansioso la llegada y el destino, en un terminal de buses “las personas nunca cambian, sólo cambia la conducta” decía ese profesor de psiquiatría que se estaba quedando ciego en una sala lúgubre en el Salvador mientras analizábamos un paciente esquizofrénico. Las personas no cambiamos, nunca, ni en esencia, y escasamente en la forma, quizás esa bobada de la evolución astral tiene algún sentido. Quién sabe?

Formalmente me hospitalizo mañana, pero suspendieron mi ingreso porque se me infectó el oído y me punza. He tenido síntomas que nunca he experimentado, y entre tantos, en mi vida había tenido otitis así de grosa!. Es como si el cuerpo hablara por mí, no quiero escuchar ciertas cosas.  La otra mitad está sana, y ya parece  un poco chiste todo lo que tengo o como me he deteriorado,  o crecido…jajjaa…..en sólo unos meses.  La vida me está poniendo extremamente a prueba y pienso que puede ser la muerte la que me espera.  La muerte en el sentido gráfico, o en sentido de cambio, como lo dice el tarot. Los ciclos son sabios y hay que ser bien pavo como para no darse cuenta cuando estás en medio de una tormenta y se te moja el piso, y los muebles, y no puedes vivir como antes.


Algo de mi espera con ansias una compañía leal, y honesta, la otra lo desprecia. Y no es rencor, nunca! Es mi esencia, que no le abre paso a la hipocresía, o también debería ser parte de ese hipocresía para ver el otro lado de la moneda. No quiero anquilosar mi vida nunca, como me lo dicen los médicos. Tus huesos están deteriorados y tu caso es complejo, dice Sabugo  . Lo que queda es algo de fe y de fortaleza, de soltar las bolsas de comida y los bolsos de ropa y tomar por mi propia cuenta el bus, sin esperar a nadie. El camino ya es una oportunidad.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Que increible pensar que aún con tu diagnóstico sigas siendo firme. Hace tres años tuve la dicha de conocerte. Eres una gran persona, que a pesar de haberte visto físicamente solo dos veces, aún perduras en mi memoria... Te deseo el mayor de los éxitos. Tu eres de ese tipo de personas que por su bondad uno siempre va a recordar. También fui diagnosticaso de una enfermedad reumatica hace tres semanas y me quería morir. Pero...siempre hay alguien que la está pasando mas mal que uno mismo. Toda mi buena vibra para ti... Un abrazo enorme desde el sur, región de Los Lagos. Con cariño, Julio.