Necesitaba tiempo. Descanso. Sentirme un hombre libre y autónomo de afectos obsesivos y de ideas repetitivas que se dan paso en el campo minado de esta ciudad. Cada lugar es un recuerdo, cada lugar trae consigo un significado, y mas de uno, cientos, miles, y sensaciones que junto a los aportes de la semiótica y la semántica resultaban de un sabor alejado de lo agradable. No está demás los aportes de la famarceútica internacional.
Gracias Fluoxetina. Eres popular por esencia. Tu módico costo me ha hecho acreedor de instancias narcóticas que poco efecto tienen en estos momentos. Recuerdo esa noche de verano, cuando las clases aun no comenzaban y la desesperación frente a la incertidumbre rememoraba instancias de cierto letargo amoroso. Fuiste una de las primeras. Lo sé, no niego tu lugar, eres pura por esencia, y mágica por función. Olvidé aquellos días de traición, de hace dos años atrás, cuando me arrodillé de alma frente a una amistad totalmente desvanecida. Pienso que deberías ser parte de una política publica. Ser mencionada en el prólogo y caracterizada por todos tus aportes psiconeurológicos y sociales. Te debo muchos kilos, y meses de gimnasio. La visión de la vida neutra en aquellos días donde verla de otro modo hubiese sido imposible. Si!, una política publica que te legitime como la poseedora de las respuestas en crisis modernas como las que vivimos.
Famotidina 40 mg: Ulceras, colon y gastritis. 4 años. La hepatitis y el hígado deshecho por culpa del abuelo que nunca vi, lo único que recibí de herencia!...merf! A un paso de la muerte. Fue sabroso, y aprendí de crisis histéricas a muy temprana edad. Manipulando por medio de la via oral. Y cuanto he aprendido de ello! Famotidina es mi compañera infalible, nunca ha dejado de tener su lugar en los múltiples bolsos que he tenido, y han pasado muchos, ella sigue ahí. Tensión, estrés, estómago, malditos condimentos. Buenos días. No puedo dormir, no puedo comer. Ahí estabas, en mi bolso, tan amistosa es que te veo, tan sana…y no me generas culpabilidad, mi madre me las de indiscriminadamente y bueno, no sería yo quien para desobedecer a mis figuras paternas. Uno de los mandamientos bíblicos que no han de ser pasados a llevar. Por que claro, no me iré al cielo por santo, pero tampoco accederé al infierno sin antes reconocer que un espacio de bondad había en mi. Por que obvio!, no creo en los villanos estereotipados.
Ravotril 0,5 mg. La gracia de este era dividirlo en 4. Esa fue la instrucción que me dio mi pobre amiga en instancias donde la desesperación también se apoderaba de ella. Ella no tenia practica, y yo no tenia alma, solo traía conmigo muchas deudas y un ataque de pánico que si que dolió. Usted puede creer que está frente a un histérico, y no es tan así, es más bien, una espacie de perverso que frente a sus posibilidades frustradas de manipular tocó hondo el día que menos lo imaginaba. En fin. Ravotril ayudó, y no soy un ser humano legal, lo acepto. Intenté por todas las vías convencer al cuerpo medico de aquello, pero eran palabras en falso. Una psicóloga me aconsejó que según mis conocimientos dejase que fluyera mi intuición, y mi intuición decía que a pesar de todas las ganas que tenia de morir, sobrevivir sería una de las tantas posibilidades más que la vida se “merecía” le diese. Hoy Ravotril se acabó, y mi compañera tiene práctica en una buena empresa. Yo ya no tengo ataques de pánico, pero si tengo un vacío que el alimento no lo sacia. Y claro, nunca lo dividí en 4.
La vida puede transformarse en una vía narcótica bastante interesante. En “psicosis 4:40” los protagonistas se preguntan a si mismo del por qué vivir si ya todo ha sido capitalizado, desde los afectos hasta el helado que saboreamos en la banca de una plaza pública. Capitalizar los afectos va de la mano con conceptos que materializan lo inmaterializable, son conceptos comunes, corrientes en el lenguaje comunicacional, y más aun en las nuevas políticas empresariales. Son muy prácticas, he aprendido mucho del locus de control y las palabras de Rita (mi gurú espiritual y profesional) circundan en mi cabeza…y su sabiduría…ella es un ejemplo, sigue sola, y claro, sus palabras la delatan: “he invertido en esto”. Y créame. Hoy también he decidido que será el mejor negocio. Por que de narcóticos ya me cansé.
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