26 julio, 2006

Yo que tú, ni me acercaría a mi....



Ligarse a mi vida tiene un costo. Lo asumo. Puedo llegar a ser profundamente egocéntrico, pero los vínculos establecidos son los que le dan sentido a mi corta pasada por este planeta. Y no quiero hablar precisamente de mí, aunque bueno, todo redunda en uno mismo, y según el psicoanálisis o la TGS todo termina hablando de uno y de sus futuras sintomatologías. Para el psicoanálisis un conflicto edípico, para la TGS una simple alteración homeostática.
En fin.

Esta misiva tiene dos objetivos que pueden resumirse en uno: felicitar. Si ha leído bien “Felicitar”. No soy un ser humano que ando felicitando por la vida, pero si soy un ser humano que reconoce los meritos, y las mejores tentativas de algún humano (por que de “ser”, tienen muy poco) que pise este planeta y sea capaz de superar etapas. Dos de los personajes a los cuales me refiero son personajes altamente valorados en su momento. Una de ellas, una mujer (¿puede serlo?) con principios severos de alteraciones parentales y con fijaciones orales tan marcadas como las de “como todo el día para acallar mi deseo de sexo”; el otro personaje, digámoslo de un modo elegante…”onanista por excelencia con fetiches masculinos tales como la ropa interior de color blanco, especialmente si ésta se encuentra en estado de reposo, luego pasado todo un día de trabajo y transpiración con tal de poder ser degustada por alguno de los cinco sentidos. Junto a eso, el personaje “le trae” una fijación incestuosa con su hermano mayor”. Bien, psicoanálisis o no, es la mejor descripción que puede resumir en casi la misma fecha eventos que llegan a su fin. Y Bien, no podía ser menos, es el final de la onceava temporada, y el final no podía ser mejor. El onanista celebrando su cumpleaños, y la lola “oral” cumpliendo dos años de aquel magno evento que marcó en su temporada uno de los mas altos ratings de la historia: “me alejo de ustedes, por que me provocan “cosas”, y me hacen daño”…Onanista en cambio: “si quieres avanzar en la vida, vas a tener que casarte con esta carrera”. A quien comprendo? En fin. No lo sé. La vida es de ciclos, y asumo tal desafío como una tentativa de desarrollo. No pretendo darle vueltas a la perdiz de mi vida con discursos baratos. Y les agradezco, infinitamente, y es por eso que los felicito, ya que han logrado de un modo efectivo y exitoso un cambio de perspectiva notable, que se vio reflejado en kilos de masa corporal y en un poder de análisis discursivo realmente critico (mérito aparte de Loreto y Rita…divas de mi vida). Gracias a Ustedes es que ya no soy un ser humano crédulo. Y nótese, aun soy humano.


Pasarán los días, y el cierre de este capitulo evidenciará un cambio sustantivo en vuestras vidas. No me he aparecido en sus casas, no he rayado sus autos, ni he mandado matones. Tengo planes superiores (con actores incluidos). Mi triunfal regreso espera su momento. Montecristo espero 20 años, y el dolor ha de ser procesado. Por el momento “Felicitaciones” nuevamente. Lograron picks de sintonía aquellos días donde me hicieron sentir honestamente miserable. Y eso, tiene un precio.


Hoy la temporada está en receso (obvio, vacaciones), y los matinales presentan adelantos de la nueva temporada que se viene con cartelitos del tipo “quedan 12 días”. Se desconoce si el protagonista seguirá con sus planes, si encontrará el amor o será nuevamente apuñalado por palabras soeces. Lo único que se sabe, es que serán testigos de largas instancias etílicas y de diversas charlas de cine, las cuales le entregarán un matiz mucho más cult a la historia frente a la crisis creativa en la que se encuentra inserto nuestro ya no tan vil, ni sentimental amigo…

P.D: Ah!. Feliz Cumpleaños (lo atrasado siempre será intencional!!!)

1 comentario:

Anónimo dijo...

El gran problema con muchas de las adaptaciones de Montecristo es que comienzan con su retorno, y dejan todo el pasado a modo de Flash backs. Es bueno que el Montecristo de esta historia se tome su tiempo, y lo veamos en ello.